Cerca de veinte colectivos partirán desde la ciudad hacia Buenos Aires para participar de la vigilia afuera del Congreso. Ambas partes aseguran que el triunfo no sólo se buscará en las bancas, sino también en la calle.
No hablan de otra cosa. Se levantan y piensan en eso. Van a sus trabajos y piensan en eso. Se ven con amigos, familiares y parejas y, como desde hace meses, hablan de eso. El proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) monopolizó la agenda de millones de argentinos que, en organizaciones o de manera particular, siguieron el debate que se abrió desde mediados de marzo en el Congreso de la Nación y que, este miércoles, podría encontrar un dictamen final en la Cámara de Senadores.
Al igual que en todo el país, en Mar del Plata, este fin de semana, la previa al día clave se hizo sentir. El sábado, el sector que se pronuncia a favor de la legalización del aborto bailó al son de la música en un festival artístico que tuvo lugar en plaza España y convocó a un gran número de artistas, militantes y dirigentes marplatenses.
El domingo, en tanto, las calles del centro de la ciudad fueron el escenario de una nutrida movilización protagonizada por quienes se posicionan bajo la firme postura del rechazo a ampliar las causales que habilitan la práctica. Todas las actividades se desarrollaron sin sobresaltos, con un importante número de adherentes y con la atención puesta en los próximos días.
Inundar las calles
Es que la “marea verde” y el “tsunami azul“, figuras retóricas que ambos grupos eligieron para referirse al movimiento del que forman parte en función del color que los caracteriza (verde a favor, celeste en contra), saben que el triunfo no sólo depende de las bancas legislativas. De hecho, la elección metafórica cobra sentido cuando ambas partes repiten el mismo pedido: inundar las calles.
La decisión de convocar a ocupar espacios fuera del recinto responde a una estrategia que todos reconocen fundamental de cara al resultado final. Para explicarlo, se sirven de la experiencia del 13 de junio, cuando tras casi doce horas de sesión, la cámara baja aprobó el proyecto presentado por la Campaña Nacional por el Aborto Seguro, Legal y Gratuito. La votación se mantuvo reñida hasta último momento, pero el sorpresivo giro de dos diputados de La Pampa, Melina Delú y Ariel Rauschenberger, terminó inclinando la balanza a favor del “sí”. De un lado hablan de “presiones políticas”, del otro señalan la “presión popular” que se ejerció fuera del Congreso. Lo cierto es que, en la calle y en una madrugada extremadamente fría, fueron miles las mujeres que protagonizaron una vigilia histórica a la espera de la decisión.
Con esta experiencia como antecedente, la movilización hacia Capital será definitivamente más numerosa que la anterior. Sólo en Mar del Plata, ya son cerca de veinte los colectivos que saldrán desde diferentes puntos y horarios. El sector verde habla de diez unidades y si bien el azul ya tiene confirmados más de seis, estiman que el número final aumentará de acá al 8 a la luz de la consultas de los interesados.
Con el objetivo de indagar acerca de cómo viven estos días, LA CAPITAL dialogó con referentes de ambas posturas e indagó acerca de cuáles son sus pronósticos, qué balance hacen de estos últimos meses y qué opinión tienen sobre la posición que asumió el Gobierno.
La esperanza del sí
Más que nunca, el verde se transformará este miércoles en el color de la esperanza. En vistas de una votación complicada (37 de 72 legisladores anunciaron que votarán en contra), el movimiento de mujeres a favor de la legalización apuesta a un cambio de último momento. Convencer a algún senador de modificar su decisión o la abstención de otros contabilizados en los “azules” serán las alternativas que permitirían dar vuelta el resultado y dar lugar a que, tras su primera presentación en 2007, el proyecto que legaliza la práctica del aborto se transforme finalmente en ley.
Pero el “poroteo” negativo está lejos de apaciguar los ánimos de “verdadera revolución”. Con la alegría que dejó la sesión de Diputados todavía intacta, el Movimiento de Mujeres y Diversidad de Mar del Plata, organización feminista pionera en la lucha por la causa en la ciudad, no deja lugar a dudas y aseguran que este miércoles la IVE “será ley”. Así lo señalan algunas de sus integrantes, Laura Hochberg, Valeria Luciana Crespo, Ester Daye y Francisca Miguel, en diálogo con este medio.
“Sentimos que va a salir”
“Lo que nosotras sentimos es que va a salir. Y va a ser así porque nosotras vamos a estar en la calle, como estuvimos el 13, como venimos estando desde hace años. Es nuestra oportunidad histórica para acceder a un derecho fundamental para las mujeres”, señaló Daye, una de las dirigentes de la línea fundadora.
Los argumentos que esbozan son múltiples y coinciden con los expuestos por médicos, especialistas, juristas, estudiantes y artistas tanto en los debates de las comisiones de Diputados como en Senadores: que el debate del “comienzo de la vida” esconde posturas que no son científicas, sino culturales, políticas e ideológicas; que el criterio de la legislación actual no coincide con el utilizado en otras prácticas como la fertilización asistida o, incluso, con las tres causales actualmente permitidas; que bajo las condiciones actuales la mujer no dispone de su propio cuerpo, como así tampoco de su propia vida.
Pero sobre todo insisten en un punto: “Los abortos existen y seguirán existiendo, se apruebe o no la ley, por lo que resulta necesario contar con políticas públicas que protejan a la mujer que tomó la difícil decisión y eviten las muertes por prácticas clandestinas”. Y agregan: “Sobrevivir a un aborto es hoy, en Argentina, un privilegio de clase, y lo mejor que nos puede pasar es que se aplique la educación sexual para elegir, los anticonceptivos para no abortar y el aborto seguro, legal y gratuito para no morir”.
“Se fortalecerá la red”
Si bien apuestan a que esta semana termine con el proyecto convertido en ley, aseguran que ante un posible escenario negativo sólo se fortalecerá “la red” que se tejió desde habilitado el debate. Para ellas un “no” de los senadores sólo demorará el “sí que vendrá después”. Este deseo lo sintetizó Hochberg en un recuerdo de la concentración en Diputados: “Vi a abuelas, madres e hijas marchando juntas. Diferentes generaciones apoyando la legalización, pero sobre todo vi a mucha juventud”.
Crespo también reconoció que, sea cual sea el resultado, ya percibe un cambio en la sociedad en relación a la información que adquirieron gracias a los debates que se dieron. “Nosotras hace muchos años que venimos con este tema en nuestra agenda, pero esta apertura llevó a que muchas personas que no estaban interesadas en el tema, se interiorizaran y asumieran una postura”, señaló.
Sobre cuál debería ser la posición que debiese asumir el Gobierno, todas coincidieron en señalar que la alianza de Cambiemos se encuentra frente a una clara división, con tantos dirigentes a favor como en contra. “Están los que se encolumnan detrás de los dichos de la vicepresidente Gabriela Michetti y los que apoyan al ministro de Salud Luis Rubinstein. Yo me quedo con los datos científicos del ministro”, señaló y agregó: “De rechazarse la ley, esto tendrá un costo político para el gobierno”.
La fuerza del no
Los resultados preliminares inclinan la balanza a su favor, pero lo vivido en la sesión de diputados los obliga a ser precavidos y no ilusionarse con un escenario de rechazo. Ellos mismos reconocen que en junio pensaban que la ley “no salía”, por lo que esta vez no confiarán en los legisladores hasta tanto no se aseguren que ninguno se dará vuelta a último momento.
Con sus pañuelos celestes con el lema “Salvemos las dos vidas” y banderas argentinas, algunos de los integrantes de Unidad Pro Vida Mar del Plata dialogaron con LA CAPITAL y dieron cuenta del nivel de organización que fortalecieron desde perdida la primera batalla en la cámara baja.
Ellos son Andrea Pscicelli, Florencia Ferullo, Sofía Moro, Silvano Penna y Cristian Rodríguez Iglesias, y este miércoles viajarán a Buenos Aires para vivir en primera persona la votación legislativa.
Los puntos que esgrimen, al igual que los de la postura “verde”, tuvieron su correlato en las comisiones del Congreso de la Nación de la mano de profesionales de diversos rubros. Sostienen que la medicina los respalda al señalar que desde que el óvulo y el espermatozoide se unen, hay dos seres distintos unidos; que el aborto legal no es una prioridad de salud pública -advierten que es menos del 0,02% de la mortalidad femenina-; que el proyecto que se tratará este miércoles no ofrece soluciones a las embarazadas en situación de vulnerabilidad; y que permite, entre otras cosas, legalizar “terminar la vida de una niña o niño por nacer hasta el noveno mes”.
“Estigmatizan la pobreza”
Florencia Ferullo destaca que el debate “movilizó al país” y que, más allá de lo que pase este miércoles, “sirvió para conocer realmente qué implica la tragedia del aborto”. “El punto en común de las dos posturas es que ninguna mujer va feliz a abortar. En ese sentido, fue muy rico lo que se vivió”, agregó.
Sin embargo señaló que quienes promueven la legalización “estigmatizan la pobreza” al asegurar que la medida acortará la desigualdad, evitando que quienes tienen menos recursos deban recurrir a espacios inseguros o prácticas peligrosas.
“Hemos estado juntando firmas en territorio. En diferentes barrios de la ciudad. Incluso en el Materno Infantil. Y la gente se acerca a pedirnos un pañuelo, a decirnos que ellos apoyan las dos vidas. Se amontonaban para participar”, indicó Andrea Pscicelli.
En este sentido, señaló que existe una gran cantidad de gente que apuesta a la implementación de “proyectos superadores”, entre los que se destaca la educación integral de la sexualidad y métodos de planificación familiar; la contención y ayuda para embarazadas en situación vulnerable; campañas de concientización sobre los riesgos del aborto y la creación de sistemas efectivos de detección temprana, seguimiento y atención de embarazos de riesgo.
Decepción
En cuanto a la actitud que tomó el Gobierno ante el debate, todos coincidieron en destacar sentimientos de decepción. “Hay una sensación de que Macri mintió porque en ocasión del bicentenario dijo, en Tucumán, que iba a defender la vida desde la concepción”, señaló Silvano Penna.
Por un lado, los presentes atribuyeron el cambio a la “imposición de organismos internacionales” por cuestiones de financiamiento y por otro, a “estrategias para distraer la atención”.
Así las cosas, Cristian Rodríguez Iglesias señala que de aprobarse este jueves la ley “a partir del jueves la mujer argentina va a estar más vulnerable”. “Intentarán llevarla a un lugar que, como está comprobado en otros países donde está legalizado hace muchos años, provoca graves trastornos psicológicos”, apuntó.
En la misma línea cerró Sofía Moro: “Que este tema se tratara sacó a la luz diferentes iniciativas particulares relacionadas a la atención a la maternidad vulnerabilidad o los embarazos no deseados. Es una problemática que es real y existe una solución, pero hace falta una voluntad política de convertir estas iniciativas en una política pública y no intentar solucionarlo con un parche”.
– ¿Qué proyecto se tratará este miércoles?
El proyecto de ley por la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) aprobado en diputados el 13 de junio llega al recinto este 8 de agosto sin dictamen y tras un duro debate reglamentario sobre qué podrá ser tratado en Senadores.
Ante la posibilidad de perder la votación en comisiones 24 a 26, los legisladores en contra de la aprobación decidieron no presentar un despacho de rechazo, lo que provocó que el proyecto con modificaciones que habían consensuado los senadores por el “sí” en lugar de imponerse con mayoría simple por sobre otro dictamen, pasó a necesitar la mayoría de cada una de las comisiones.
Sin los votos necesarios, los senadores por el “no” invocaron el artículo 105, que indica que para que haya dictamen hay que reunir las firmas de “por lo menos más de la mitad de los miembros que integran cada comisión”; el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Angel Pichetto y el resto de los que se encuentran a favor de la ley intentaron apelar al artículo 180, que habla de la mayoría absoluta sobre “el conjunto de integrantes de las comisiones participantes”.
Ante la falta de acuerdo, Pichetto propuso resolver el dilema sobre qué proyecto podrá ser tratado en el recinto a través de una votación.
Este panorama no dificulta el tratamiento del proyecto que obtuvo media sanción en Diputados, ya que la misma, en la última reunión del pleno, se acordó una moción de preferencia que habilita su tratamiento con o sin los votos necesarios. Pero este texto no cuenta con el apoyo de muchos de los senadores contabilizados por el “sí” y hace peligrar que el afirmativo de Diputados se replique en Senadores.
En tanto, el proyecto “consensuado” entre los “verdes”, que incluye modificaciones tales como bajar de 14 a 12 semanas el plazo de interrupción, permitir la excepción del cumplimiento de la ley a instituciones y eliminar la penalización a médicos e instituciones que se nieguen a realizar la práctica, deberá ser tratado sobre tablas con los dos tercios de los votos.
Este escenario es el más complicado, por lo que los senadores a favor de la legalización anticiparon que asumirían el compromiso de respetar los cambios introducidos a cambio de que los legisladores aprueben la norma general. De ocurrir eso, el proyecto deberá retornar sí o sí a Diputados en revisión y será tratado a fines de agosto.